lunes, 13 de agosto de 2007

Música de fondo


Aún recuerdo con nitidez el sonido de la escoba que captó mi atención durante la clase. Tenía diez años, me sentaba cerca de la ventana del aula, en la planta alta del Colegio. Era otoño y la ventana a mi izquierda permanecía abierta. Era la clase de ciencias, mientras nuestra maestra, Stella, explicaba la división del planeta en hemisferios.

Colándose como música de fondo llegaba a mí el sonido suave de una escoba. Giré mi cabeza para escuchar y descifrar si el ruido venía del mismo colegio o de alguna casa vecina, ¿pero cuál, si al lado sólo había un club?

Mi concentración en aquella escoba era plena, podía imaginar con claridad a la persona que barría y el movimiento que llevaban sus brazos. La cadencia de la escoba me había absorbido, la ventana con rejas verdes se había agrandado en mi afán por salir de clase al encuentro del sonido, era la puerta de acceso al causante de tanta intriga. Ansiaba ver la escoba y quitarme todas las dudas. Pero fui yo quien tuvo que quitarle la duda a Stella, y demostrar que a pesar de mirar por la ventana no había dejado de escuchar su clase.

Loli

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Loli, el post obliga!! No se que opinaran tus otros lectores, pero a mi no me asombra nada tu temprana afición por las escobas...al fin y al cabo, pasean juntas todas la noches.... me equivoco amigos???????????????

Besos,
Ani.

Loli dijo...

muy graciosa...

Loli

Anónimo dijo...

Loli

Al fin se aclaro el misterio, revelaste el eslabon perdido...... Yo sabia que no eran coincidencias la destreza en el vuelo de escoba Harry Potter un poroto

Osmi