miércoles, 18 de julio de 2007

¿Qué sombrero estás usando?




En el post anterior hablé de oficios o profesiones que deseábamos desde la infancia, y Celi puntualizó algo que nos vamos dando cuenta a medida que crecemos: una profesión u oficio debe ser rentable... el "hada madrina profesional" no sólo no es rentable, sino que podría tornarse estresante. Esto me hizo pensar en las cosas que hacemos sin esperar nada a cambio y que a veces ni siquiera nos damos cuenta del rol que estamos tomando.

Hace unos años empecé a leer el libro "Seis sombreros para pensar", donde el autor identifica cada actitud con un color de "sombrero" que utilizamos al pensar, asi el rojo es de emociones, el blanco analiza los hechos, el negro busca el lado negativo, el verde representa la creatividad.

Me gustó la idea de los sombreros para representar las distintas actividades que realizamos a veces sin notarlo, o los matices que podemos tener. A los 14 años me puse el sombrero de bailarina y de vez en cuando muevo los muebles del living y lo uso de nuevo! El sombrero de enfermera lo descubrí diciéndole a mi hermano cuán efectivo era el paracetamol vs. el ibuprofeno, me dijo "¿cómo sabés estas cosas?" aprendí siendo Mamá. Volví a ser niña con mis hijos llevándolos al teatro y cantando sus canciones, me convertí en actríz y titiritera para ellos... el sombrero de cantante no sé si les gustó...¡pero lo usé! El de hada o maga me encanta.

Últimamente, el sombrero más usado en casa, y que descubrí hace poco, es el de "jueza", sí, me llegan casos de: yo primero, ella empezó, eso es mío y la lista continuará.

Un sombrero que me encanta es el de novia, la maniobra consiste en dejar a los chicos en casa de los abuelos, elegir cine/ teatro y lugar para cenar... ¡y salir con mi marido!¡como en los viejos tiempos!

Otro que me hace muy bien se llama "5 minutos para mí", suena egoísta, pero es altamente curativo, es tán fácil como darnos un gusto de vez en cuando.

¿Qué sombrero estás usando?
Loli

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho cuchi, te amo

Parche

Unknown dijo...

Mirá lo que me viene a tocar…
Sería uno con los colores de la bandera gay, por lo ciclotímico que soy, sabes que pasaría por todos los sombreros en tiempo record.

Besos!

Anónimo dijo...

La verdad Loli que creo que a veces tenemos tantos sobreros que no alcanzaría un vestidor entero para guardarlos….yo te agrego el ‘casco’ de corredora de carreras (el enano en bici y yo a pata obvio), el de maestra, el de jardinera (le hice honor en primavera con mis tulipanes!), el de pintora…sí de pared (o alguien safó de ese?), el de decoradora, el de costurera (en ese sé te luciste con tus disfraces home made), el de editora de Dvds caseros (el exilio te desarrolla nuevas habilidades), etc … el de cocinera que vos sabes bien no me queda pero que uso a la fuerza. Y no puedo dejar de nombrar mi última adquisición: el de asadora yanki (o sea con parrilla a gas)….y si, con el gordito en 1 pata de alguna forma hay que despuntar el vicio….Y nada más divertido que hacerle poner al marido el sombrero de electricista, plomero, carpintero, mecánico…

Creo que el cambio de sobrero más grande para mi, fue sacarme el de Analista de Sistemas y ponerme el de ama de casa…más que cambio de sobrero a veces se siente como cambio completo con cabeza y todo!! Y así pase de negociar con los clientes de telefónica las fechas imposibles que pedían para implementar el nuevo sistema…a negociar con mi hijo para que ordene el cuarto de juegos (y juró que prefiero mil veces negociar con mi cliente más jodido que con mi hijo…no se porque con él siempre siento que salgo perdiendo…).
Capitulo aparte para todos esos sombreros que todavía no nos pudimos poner, pero para los que tenemos ese lugarcito reservado en el placard….y en eso celebro que vos finalmente te pusiste el de escritora!!

Millones de besos,
Ani.

Anónimo dijo...

Lo interesante es poder distinguir la diferencia entre "soy" y "estoy como..." y tomar consciencia que podemos elegir el "estar" y posiblemente modificar el "ser".
Abrazo y éxitos en este nuevo lugar de encuentros.